Son las más extendidas en la fotografía digital, pero también las más simples. Cuentan con algunas ventajas como su reducido peso y tamaño, pero también con muchas limitaciones como su objetivo o su sensor, que disminuyen de manera considerable la calidad de las imágenes. Además, tan solo pueden utilizarse en modo automático. Las cámaras de algunos smartphones han igualado o incluso superado algunos de estos modelos.

Su precio oscila entre los 100 y los 300 euros, en función de gamas y marcas. Son ideales para aficionados a la fotografía, especialmente en los viajes.

Estas cámaras suponen un paso entre las compactas y las réflex, ya que tanto sus funcionalidades como su precio son intermedios respecto a ambos tipos.

Su objetivo no es intercambiable, pero presenta muchas menos limitaciones que el de las cámaras compactas. Su zoom cuenta con bastante calidad, llegando a superar en algunos casos los 50x; por ello, estas cámaras también reciben el nombre de superzoom. Además, este tipo de cámaras, permiten controlar algunos parámetros manuales.

Son ideales para aficionados que no se conforman con cámaras compactas, ya que permiten trastear y aprender algunos conceptos básicos de la fotografía.

Son las más conocidas por todo el mundo. Destacan por la enorme calidad que ofrecen en imagen y vídeo debido al gran tamaño de su sensor.

Ofrecen infinidad de posibilidades como intercambiar sus objetivos o disparar en diferentes formatos. Cuentan con multitud de complementos que puedes ver en el apartado Accesorios. Su precio oscila entre los 400 y los 6000 euros, ya que hay muchísima diferencia entre las diferentes gamas.

Están dirigidas a profesionales o a todas aquellas personas que deseen controlar en la mayor medida posible los diferentes parámetros fotográficos.

Son tan pequeñas que caben en la palma de la mano y muy ligeras y sus ajustes suelen ser fundamentalmente automáticos. Cuentan con gran cantidad de accesorios para llevarlas. 

Sus lentes son fijas, y suelen captar las imágenes con perspectivas de gran angular u ojo de pez. No solo permiten capturar fotografías, también sonidos y vídeos de gran calidad, incluso debajo del agua.

Están diseñadas para deportes de aventura, ocio, viajes... Y su precio oscila normalmente entre los 150 y los 300 euros.

Cuentan con un sistema sin espejos, y suponen una mezcla entre una cámara compacta y una réflex. Su tamaño es reducido, pero permite intercambiar objetivos. Fusiona aspectos de ambos tipos.

Su aparición en el mercado es muy reciente, pero en algunos casos han conseguido colocarse a la altura de algunas réflex. Por todo esto, para algunos suponen el futuro de la fotografía.

Podemos encontrar este tipo de cámaras desde 500 euros, pero las que se asemejan a una réflex no bajan de los 1200. Son útiles como segunda cámara de profesionales.

Las más extendidas son las analógicas, sin embargo, últimamente han empezado a surgir algunos modelos digitales. 

Su esencia es la impresión instantánea de fotografías nada más capturarlas, sin embargo, en el caso de los modelos digitales, existen otras funcionalidades como hacer varias copias, eliminar fotografías, etcétera.

Su precio suele oscilar entre los 70 y los 200 euros, y son ideales para aficcionados que buscan algo retro y diferente.