El primer utensilio usado es la cámara oscura y los estudios sobre las sustancias fotosensibles. Este invento era un aparato óptico con forma de caja cerrada con un agujero en una de las paredes por donde pasan los rayos luminosos, creando una imagen invertida de los elementos del exterior sobre la pared opuesta.

En 1521, se produjo la primera publicación sobre la cámara oscura a manos de Cesare Cesarino, alumnos de Leonardo Da Vinci. Además, el científico Georgius Fabricus experimentaba con sales de plata, asegurando las sustancias fotosensibles existentes. Unos años más tarde, entre los pintores del momento se hizo popular Giovanni Battista della Porta, por las publicaciones sobre el funcionamiento de la cámara oscura. Cardano aconsejó una lente en la apertura del artilugio.

A principios del siglo XVII, la cámara que era una habitación se convierte en un aparato portátil de madera. Johann Zahn lo cambió a un aparato con aspecto similar al utilizado a principios de la fotografía. A finales de este siglo todavía no se podían fijar las imágenes pero la cámara estaba preparada.

La silueta

A mediados del siglo XVIII, artistas como Maximilien Robespierre que comercializaban los retratos, empleaban otros tipos de artilugios para obtener trabajos logrados. La silueta, invento procedente del teatro de sombras chinas, era un retrato de perfil que comenzó a utilizarse en Francia como método rápido, económico y autonómico para realizar retratos a los clientes de aquella época. Se tenía que copiar el perímetro de la sombra de un individuo sobre un papel negro que había que recortar para montarlo en un papel blanco.

Siguiendo la evolución, a finales de siglo XVIII surge de la mano de Gilles Louis Chretien el fisionotrazo para hacer perfiles de objetos o personas sobre una lámina de cobre Estos inventos han sido llamados “precursores ideológicos” de la fotografía, por el trabajo de numerosos investigadores y artistas europeos de ofrecer una respuesta a la necesidad social en la burguesía: es una actuación objetiva, mecánica, económica y rápida. La innovación técnica más destacada fue el retrato de personas que la fotografía agregó durante el siglo XIX.