El daguerrotipo

Niépce necesitaba emplear ocho horas de luz del día para conseguir sus imágenes. En 1827, el francés contacta con Daguerre que continúa sus investigaciones con las sales de plata tras la muerte de Niépce. En 1839, se hace público gracias al Estado Francés y el gran despliegue mediático, el daguerrotipo. Este procedimiento se diferencia del resto porque la imagen se forma sobre una superficie de plata pulida como un espejo. Con esto, solucionaba distintos problemas técnicos del método inicial de Niépce y disminuía los tiempos necesarios de exposición, para ajustarlo a los retratos de personas.

De manera simultánea Hércules Florence, Hippolythe Bayard y William Fox Talbot crearon diversos métodos. Fox Talbot conseguía negativos sobre un soporte de papel, y a través de ellos se reproducían copias positivas en papel. Este método se denominó calotipo. En un principio el daguerrotipo era más conocido porque era útil para hacer retratos y tenía una mejor calidad. Estos retratos comenzaron a extenderse entre las clases sociales dando lugar a la técnica.

Hay una serie de innovaciones técnicas y científicas que sirvieron para captar las imágenes. La evolución desde la cámara oscura pasando por el daguerrotipo y el calotipo produjo que, en 1855, triunfara el método de los negativos de colodión húmedo que permitía positivar muchas copias en papel a la albúmina, presentando una mayor nitidez y una gran gama de colores. 

A partir de 1880 se dio paso a las nuevas placas secas al gelatino-bromuro, que podían poner a la venta sin problemas. Los profesionales compraban cajas de placas vírgenes sensibilizadas para cargar en chasis y ser expuestas en la cámara. Poco después se inició el uso del soporte flexible de película de nitrato.

George Eastman y Kodak finalizaron la evolución hacia la instantánea fotográfica. Después de 1888, Kodak lanzó al mercado una cámara que usaba carretes de película enrollable, sustituyendo las placas planas. Este procedimiento se relacionaba con el revelado de las tomas después de expuestas, y la carga de la cámara con nueva película. Así se inauguraba la fotografía de aficionados.

La fotografía en color 

Fue experimentada durante el siglo XIX, pero no pudieron ponerse a la venta debido a su dificultad. Los intentos iniciales no conseguían que los colores estuvieran fijos en la imagen. James Clerk Marxwell, en 1861, obtuvo la primera fotografía en color tras realizar tres fotografías sucesivas con lentes de filtro distintas: rojo, verde y azul. Cada una de ellas se colocaban sobre la misma pantalla con la luz del color del filtro que se había utilizado para realizarlo.

Durante el siglo XIX y principios del siglo XX, algunas obras se coloreaban a mano con óleo, acuarelas, anilinas y demás pigmentos. Pero era artístico en lugar de fotográfico. En los años del daguerrotipo se inició a colorear los retratos. El japonés Kusakabe Kimbei fue conocido por emplear dicha técnica hasta 1912.

La verdadera placa fotográfica inicial en color, comercialmente conocida como Autochrome, se patentó en 1903 por los hermanos Lumière, aunque a los mercados llegó en 1907. Se producían en Francia y estaban en soportes de vidrio. El procedimiento trataba de una rejilla con puntos, con cada uno de los colores elementales. La mayor colección de placas autocromas se conserva en el Museo Albert-Khan.